CECILIA

No recuerdo claramente­­ cuando la conocí, solo recuerdo que era una niña aun, de unos seis o siete años, siempre ha tenido esa luz en los ojos, tiene una mirada especial, por lo general suelo poner atención a los ojos de la gente, a veces te dicen mas de lo que imaginas, sin embargo  a ella le guardo especial cariño, aunque no somos  familia de sangre a ella y a su hermana la considero especiales para mi. Su nombre lo saco su mama de una telenovela ,inconscientemente  su vida es igual que una telenovela pero el final feliz dependerá de ella.

El punto es que  la vida la ha puesto en una situación difícil, su familia no pasa por una buena situación económica, su padre hace ya un par de años que no tiene trabajo, suele trabajar un vocho, como taxi pirata pero el uso cotidiano lo ha llevado a un pronto desgaste y no es rara la vez que se queda  “tirado” por otro lado su mama trabaja cada tercer día en la casa de una maestra haciendo los quehaceres , el recibo de la luz cada ves mas exorbitante , ya lo hace incosteable, no hay teléfono, y poco de comer en casa el esfuerzo es demasiado y a penas se puede con el día a día. Las oraciones  ya no son suficientes, la apatía y la incertidumbre se sientan en la mesa acrecentando las dudas,  lo que sobra en casa son esperanzas de un día salir de este agujero, pero se que esta en sus manos ese plan de escape, ya que son excelentes estudiantes, y muy pronto podrán pintarle un dedo a la pinche marginación, y saldrán hasta de ese barrio, donde lo de moda es el reggaetón y las madres adolescentes, algún día  dejaran ese pasado que hasta hace unos días se tornaba gris, por ahora su preocupación mas grande, es haber dado “el tesoro” antes de tiempo, y llevar  el susto de su vida, pero de los errores se aprende,  y se que este desatino le servirá para madurar, por lo pronto lo que es seguro es que mañana almorzara huevos, ira a trabajar su medio turno en el local e ira a su curso de ingles, la incertidumbre seguirá y será su compañera ya que ella nos lleva a sacar el valor que necesitamos para explorar nuevas rutas, explorar nuestros limites y ver de frente lo que deseamos, te alienta a aclarar las dudas aunque la respuesta sea mas dura que un golpe a la cara. Y mientras la vida sigue su itinerante andar, me iré a dormir con la seguridad de que mañana saldrá el sol, y de esa misma forma en esa misma lineal los problemas se tendrán que ir resolviendo, por que no hay mal que dure cien años ni hombre que los aguante.